“Me asiste la honrosa misión, en nombre de la Comisión de Candidaturas Nacional, de proponerles para presidente de los Consejos de Estado y Ministros de la República de Cuba al compañero Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez”, dijo ayer su presidenta, Gisela Duarte, ante la Asamblea Nacional.
Tras el anuncio, Díaz-Canel y Raúl Castro se estrecharon en un abrazo. Minutos antes habían ingresado juntos y ocupado sus asientos como diputados en el Palacio de las Convenciones de La Habana. Detrás de ellos se encontraban Ramón Machado Ventura y Ramiro Valdés, históricos de la revolución y también vicepresidentes de Cuba.
El planteamiento, sometido al voto del pleno de la Asamblea Nacional, también incluye como candidato a primer vicepresidente al sindicalista afrocubano Salvador Valdés Mesa, de 72 años. En la lista además van las propuestas únicas para cinco vicepresidentes, un secretario y los otros 23 miembros del Consejo de Estado.
El resultado de la votación, que se conocerá en la sesión de hoy, está fuera de dudas. La fecha es simbólica: corresponde al 57 aniversario de la victoria en Bahía de Cochinos (Playa Girón), cuando fueron derrotadas las tropas anticastristas, entrenadas y financiadas por Estados Unidos en 1961.
Los 31 cargos del Consejo de Estado son nombrados entre los 605 diputados que integran la Asamblea Nacional, elegida por voto popular en marzo. El nuevo Parlamento también se instaló este miércoles y mantuvo como su presidente a Esteban Lazo, en el cargo desde 2013.
¿Renovarán?
El Consejo de Estado renovará a 13 de sus 31 miembros. Combatientes históricos como Ramón Machado Ventura (87) o Álvaro López Miera (76) dejan el grupo, pero permanecen Ramiro Valdés (85) y el nonagenario Guillermo García.
Díaz-Canel continuará con las reformas económicas iniciadas por su antecesor, y conducirá la política en la isla frente a la agudización del embargo de Estados Unidos y el retorno de Washington a un lenguaje que, para La Habana, rememora a la Guerra Fría.
Fidel Castro murió a fines de 2016 y ahora es Raúl, de 86 años, quien cederá su asiento a un representante de la nueva generación.
Cubanos en Miami ven sin entusiasmo el cambio de mando en La Habana
Los exiliados cubanos en Miami veían ayer sin entusiasmo “la pantomima” de votación que tiene lugar en Cuba, cuya Asamblea Nacional elige al presidente que pondrá fin a seis décadas de los hermanos Castro en el poder.
“Eso es una pantomima, es un país donde no hay elecciones. Ya el cubano se acostumbró al descaro de esta gente y esto es una de las tantas cosas más”, dijo Tomás Hernández, de 75 años.